top of page
  • Facebook
  • Instagram
  • Twitter
  • YouTube
  • Pinterest

"Hay Que Abortar Este Sistema Patriarcal"

  • Foto del escritor: Santiago Sanchez Sanchez
    Santiago Sanchez Sanchez
  • 8 nov 2020
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 14 nov 2020

Bajo la disyuntiva actual, les invitamos a participar activamente de la jornada del día internacional de la NO violencia contra la mujer. Abortemos el sistema patriarcal opresor.



El patriarcado es un sistema político que institucionaliza la superioridad sexista de los varones sobre las mujeres, constituyendo así aquella estructura que opera como mecanismo de dominación ejercido sobre ellas, basándose en una fundamentación biologicista. Esta ideología, por un lado, se construye tomando las diferencias biológicas entre hombres y mujeres como inherentes y naturales. Y por el otro, mantiene y agudiza estas diferencias postulando una estructura dicotómica de la realidad y del pensamiento.

Esta operación de control y dominación que realiza el sistema patriarcal según Foucault, puede ser analizada desde la óptica de Foucault a partir de su noción de bio - poder. Esto es, un poder que se caracteriza por la utilización de técnicas diversas que buscan “obtener la sujeción de los cuerpos y el control de las poblaciones”

Bio - poder


Estas cuestiones mencionadas en el apartado anterior se encuentran íntimamente relacionadas con la noción de poder de Michel Foucault. Ésta es una noción central en toda su obra que desarrolla en numerosos artículos y libros. Para Foucault el poder no es “un fenómeno de dominación masiva y homogénea de un individuo sobre los otros, de un grupo sobre los otros” (Foucault, 1993, p.152), sino que es algo que circula transversalmente. No es un atributo de un individuo, no es algo que está quieto en un grupo determinado, sino que se encuentra en constante movimiento. Esta noción va a atravesar todos sus estudios sobre los diferentes tópicos, como son los aparatos de vigilancia, la locura, la sexualidad, la delincuencia, lugares donde se constituye esto que él denomina “microfísica del poder”.

Las relaciones de poder, entonces, no son exteriores a las relaciones económicas, laborales o políticas. En cada uno de éstos ámbitos se expresan saberes y se construyen discursos de verdad. La “verdad” sobre el sexo femenino, por ejemplo, es una verdad a la que se ha arribado históricamente a partir de discursos estructurados dicotómicamente que sirven de soporte a estas relaciones de poder inherentes al patriarcado.


 
 
 

Comentários


bottom of page